En una nueva entrevista con Full in Bloom (vía Ultimate Guitar), el productor Ric Browde ha hablado sobre su trabajo con el legendario guitarrista Michael Schenker (Scorpions, UFO), en un disco que nunca vio la luz a principios de los ’80. Browde ha afirmado que el hacha estaba “más que jodido” por culpa de la droga y que llegó a quemar su casa con su mujer y sus hijos dentro porque no tenía cocaína.
Ric Browde ha comenzado explicado que trabajó con el guitarrista en un disco en 1983, aunque aquel trabajo nunca llegó a ver la luz. Después, explicó cómo era de grave la situación del músico, adicto a la cocaína.
“Era más que un desastre. El productor David Krebs me llamó y me dijo: ‘Quiero que vayas a Inglaterra con Michael, un bajista llamado Chris Glen, un cantante llamado Ray Kennedy y un batería que se llama Ted McKenna’”.
“Cuando llegué a Inglaterra, Michael estaba más que jodido, era ridículo. Grabamos tres canciones, primero en los Roundhouse Studios y después en los Trident. Ray Kennedy era un verdadero drogadicto, venía droga, y él, junto a Ted, también empeñaba el equipo musical. Vendieron una guitarra para comprar droga y cosas así. Ray estaba muy metido en la cocaína y Michael también”.
“Yo hablaba alemán, así que Michael se me acercó y me dijo: ‘No tengo cocaína’. ‘Qué duro’, le contesté. Y va y me dice: ‘Voy a llamar a David Krebs’. Lo hizo y le dijo: ‘Si no me traes la cocaína esta noche’ -le dio como un margen de tiempo de tres o cuatro horas- ‘¡Voy a quemar mi casa!’”.
“Yo no estaba seguro de cómo de bueno era el inglés de Michael, y de hecho era bastante bueno, pero le dije: ‘Michael, ¿no crees que sería una mejor amenaza si dijeras que vas a quemar la casa de David y no la tuya?’. Y él me contesta: ‘No, eso no sería honorable. No me tomaría en serio, no me respetaría si quemara su casa’”.
“No le di más importancia. Eran cosas de borracho o de alguien enganchado a la coca, así que no lo pensé más. Volví a mi hotel. Sobre las 12:30 de la noche, me suena el teléfono y es el jefe de los bomberos llamándome. ‘Tenemos a Michael Schenker en custodia, ha quemado su casa con su mujer y sus hijos dentro. Están a salvo, no te preocupes’”.
“Quemó su propia casa. En aquel momento lo dejé y me fui de Inglaterra. Tres o cuatro meses después, mandaron a Michael a trabajar con Fran Cosmo, y le dejaron quedarse en la Holyday Inn. En aquella ocasión, Krebs recibió la misma llamada: ‘O me traes cocaína o me suicido’. Esa vez Michael tiró todas sus guitarras, y esto fue antes de que hubiera videocamaras, con la amenaza de que iba a matarse y a quemarlo todo”.
“No se mató, pero, como no le dieron la cocaína, arrancó el retrete del cuarto de baño de su hotel, inundando el lugar, tiró todas sus guitarras y su cámara de vídeo, así como el resto de sus posesiones, a la piscina y luego le cobraron por tener que vaciarla y limpiarlo todo”.
“Creo que causó unos 15.000 dólares de daños, además de sus guitarras y todo. Michael estaba muy loco durante aquellos días. Había algo sobre él que hacía que fuera muy difícil trabajar con él, de verdad que lo era, porque siempre estaba poniéndote a prueba para ver si le hacías caso, como si la estuviera liando para asegurarse de que le pillases. Es gracioso, ahora, cada ves que le veo, es realmente agradable”.
“La familia Schenker. Su hermana estaba aún más jodida que él. Se llamaba Bárbara y estaba en una banda llamada Viva, también era muy buena persona. Vinieron de una situación difícil en la que su padre les abandonó, simplemente desapareció”.
“Han tenido una vida dura, Rudolf comenzó como ladrón de coches para financiar Scorpions. Michael estaba loco, se metía demasiada cocaína, bebía demasiado, pero era claramente un guitarrista con talento. Tuvo la mala suerte de elegir a músicos que no le complementaban después de UFO (…) Nunca tuvo la oportunidad de escapar de sus problemas, siempre se juntó con gente que era tan destructiva como él (…) Sin embargo, es un tipo con talento, de eso no hay duda”.