En una nueva aparición en WTF Podcast (vía Ultimate Guitar), el co-fundador de Pink Floyd, Roger Waters, ha hablado sobre el emblemático disco de la banda, ‘The Wall’ (1979), afirmando que “ya lo ha superado”.
“Tocamos ‘The Wall’ durante tres años de gira y, ahora, ya lo he superado. Te recuerdo que acabamos con ello hace tres años”, explica Waters.
Sin embargo, hay que destacar que algunas canciones del mítico álbum siguen sonando en sus directos: “Muy poquito. ¿Qué tocamos de ‘The Wall’? Solo ‘Another Brick in The Wall’ y ‘Mother’”.
“Hemos creado un show más fresco para estos últimos cinco conciertos. Dimos tres shows en México, el último en la Plaza de la Constitución, que fue genial porque ahí hay mucha gente pobre”.
“Era gratis. Así que, en lugar de tener a gente rica en las primeras filas, tienes a personas que llevan toda la noche esperando para vernos. Oh, es mágico”.
Las posibles vidas de Roger Waters
Cuando Roger Waters fue preguntado sobre si, en su juventud, se sentía apasionado por la arquitectura, carrera que estudiaba, el músico explicó lo siguiente: “No. Mi madre dijo: ‘No puedes ser vendedor ambulante, te aburrirás muy rápido y no tendrás suficiente dinero para subsistir’”.
Sin embargo, esa no era la única opción para Waters: “Policía. Pensaba que podía ser un buen policía”.
«Recuerdo que la miraba y esperaba que se apiadara de mí en mitad de la noche, cuando le decía: ‘Mamá, vamos, sé realista, eso no va a pasar’«, confiesa Waters. “Mi madre no me veía, solo pensaba: ‘Bueno, un policía, esa puede ser una carrera apropiada’”.
“Pero estaba desesperada por que me sacara algún tipo de título para que no me acabara aburriendo, lo que en realidad es justo”.
“Yo animaría a todo el mundo a intentar dedicarse a lo que sea que encuentren interesante. Deberían perseguirlo con vigor para expandir su capacidad mental”, prosigue.
La infancia de Roger Waters no fue, ni de lejos, fácil: “Mi madre ganaba 40 libras a la semana como profesora de escuela y tenía una pensión, que era lamentable, pero porque a mi padre le habían matado en 1944”.
“Éramos pobres. Siempre tuvimos lo suficiente para comer, y yo nunca… Bueno, pasaba muchísimo frío todas las noches de invierno, no había calefacción ni nada, así que estabas helado hasta que bajabas a la cocina”.
¿Se veía, de pequeño, Roger Waters como una persona pobre? “No. No éramos pobres. Mi abuela y mi madre se pasaban las tardes de los domingos cosiendo calcetines porque no podíamos comprar ropa nueva. Yo llevaba lo que ya lo le valía a mi hermano. Pero pobres…”.
«Cuando mi madre desarrolló sus inclinaciones sociales, acabó haciendo prácticas de profesorado en Bradford, en el norte de Inglaterra, y allí eran pobres”.
«Daba clases a niños que durante todo el invierno caminaban a la escuela a través de 15 centímetros de nieve sin zapatos ni nada en los pies – ¡con los pies descalzos caminando por la nieve para venir a la escuela!”.
“Eran pobres y no tenían ni para comer. He conocido pobres de verdad en este país”.
“Siempre que salía con ‘The Wall’, cada vez que tocábamos ‘Brick II’, siempre subía a niños locales al escenario e intentaba que vinieran de los contextos más pobres que podíamos encontrar”.
«De todos modos, hicimos un concierto en San Diego hace unos años, y miré a estos niños, y pensé: ‘Estos no son mis niños, no sé quiénes sin son pero…’”.
«Me enteré de que eran los hijos de los ejecutivos de la arena, que pensaron que sería divertido que sus críos formaran parte del espectáculo.
«Me volví loco y me deshice de todos ellos: ‘Búscame unos niños de verdad’. Así que aparecieron estos niños y me dije: ‘Estos son más adecuados’. Estos son mis chicos, esta es mi circunscripción»‘
«Pero no sabían nada porque normalmente los chicos han ensayado un par de pasos de baile antes de llegar porque les enviamos un DVD”.
«Así que estos chicos estaban allí y, al final, tuvimos una media hora para prepararles, cosa que hicimos. Y dije: ‘¿Quién está a cargo de estos niños?”
«Y allí había una señora negra muy simpática, cuyo nombre no recuerdo ahora. La llevé a un lado y le dije: ‘¿Cómo ha encontrado a estos niños en este corto espacio de tiempo? Muchas gracias’”.
«Y yo estaba hablando con ella, y me dijo: ‘Son mis clientes’. Y yo dije: ‘¿Cómo que son tus clientes?’ Y ella dijo, ‘Son mis clientes, los veo todos los días’”.
«Para abreviar la historia, ella conducía una furgoneta que repartía comidas gratuitas, son niños que no tienen suficiente para comer, cuyos padres no pueden alimentarlos.
«Y esta señora formaba parte de los servicios sociales, y cada día entregaba algo de comer a cada uno de estos 15 niños. Te rompe el puto corazón».