Duff McKagan, bajista de Guns N’ Roses, tenía un preocupante mal hábito con la bebida durante la grabación del ‘Appetite for Destruction’ (1987), o al menos eso afirma Micajah Ryan, ingeniero de audio del legendario disco.
En una nueva aparición en el programa Full in Bloom (transcrito por Ultimate Guitar), Micajah ha hablado sobre cómo era Axl Rose durante la grabación o el anteriormente mencionado problema con la bebida de Duff McKagan.
Parece que el cantante de Guns N’ Roses, durante aquella etapa, era más serio de lo que podríamos imaginarnos en un primer momento.
“No solía hacer muchas bromas. Axl se levantaba, venía al estudio, se sentaba y hablaba sobre cómo había sido su día y las cosas que había visto”, comienza explicando.
“Después, se iba al estudio y se ponía sus cascos. Lo que escuchaba cuando los llevaba era su voz grabada con el micrófono y el reverb ya incorporado. Eso le llevaba en otra dirección en la que, a veces, se ponía a volver a hablar”.
“A veces venía sobre las 8:30 o las 9:30 y no se ponía a cantar hasta la 1:00 o las 2:00 de la mañana”, admite. “Pero, una vez comenzaba a cantar, cerraba las puertas y lo reventaba. Lo único que pasaba, es que le costaba un rato llegar a ese punto”.
El trabajo en aquel disco, admite Micajah, obligó al personal a echar muchas horas y a llegar muy tarde a casa. “Salir a las 4 de la mañana era algo normal. Durante el ‘Appetite’ yo trabajaba de once a 4, de 11 de la mañana hasta las 4 del día siguiente, porque después tenía que hacer cosas como barrer o limpiar”.
“Tenía que quitarlo todo y asegurarme de que estaba listo para la sesión de la mañana siguiente, así que siempre tuve algo más de trabajo, aunque Mike Clink, el productor, tenía la agenda más o menos igual que yo. Trabajamos duro en aquel disco”.
Duff McKagan y su litro de vodka diario
Micajah también ha explicado cómo fue estar en el estudio con Duff McKagan y lo mucho que al bajista le gustaba beber, pese a lo poco que se le notaba.
“Duff venía, no todo el tiempo, pero estaba mucho por allí. Pasé bastante tiempo con él”, afirma. Con el que no tuvo tanta relación fue con Steven Adler: “Él no estaba tanto, no llegué a establecer un vínculo con él. Le conocí, pero ya tenía grabada la batería y no necesitaba hacer mucho más”.
“El bajo estaba completo también, pero a él le encantaba estar por ahí. Desde el momento en el que entré, aquel tipo siempre tenía un vaso rojo de plástico con algún tipo de líquido”, confiesa.
“Estoy seguro de que era vodka con zumo, esa era su gran bebida en aquellos tiempos. Él se bebía el vodka y, luego, para ayudar a sus riñones, se bebía un zumo de arándano. Era muy divertido, le encantaba aquel jugo – el vodka y el zumo de arándano”.
“Siempre llevaba el vaso en la mano, no hubo ni una sola vez en la que le viera y no lo llevase. Creo que se bebía una botella de vodka entera cada día. Era una cantidad increíble de vodka. Balbuceaba un poco más al hablar, pero nunca parecía estar borracho. Siempre fue muy amable y cálido”.
A Steven Adler le gustaba hacer auto stop
Aunque no tuvieron mucha relación, Micajah también ha explicado una curiosa historia sobre el entonces batería de Guns N’ Roses, Steven Adler.
“Le vi un día mientras hacía auto stop. Estaba camino de casa para cenar antes de volver y trabajar aquella noche y le vi en la parada del bus”.
“Me paré, le recogí y le llevé, y esa fue la mayor interacción que tuve con él durante todo el tiempo que trabajé en el disco, aquella vez en la que le llevé donde quería ir. Recuerdo que le dije: ‘Si necesitas que alguien te lleve, estoy encantado de hacerlo’. Resulta que le gustaba hacer auto stop”.