En una nueva aparición en el NFR Podcast (vía Ultimate Guitar), el batería de Scorpions, Mikkey Dee, que fue miembro de Motörhead entre 1992 y 2015, momento de la disolución de la banda, ha hablado sobre Lemmy Kilmister y sus últimos años de vida.
“Conocer a Lemmy realmente, saber la vida que vivió, es algo simplemente alucinante. Vivió en sus propios términos durante 70 años, ¿quién puede hacer eso? Cuando cumplió 50 años y Metallica le hizo un homenaje a en el Whiskey, estaba realmente contento, y tuvimos una tarde espectacular”.
“Aquel día me dijo: ‘Si me muero mañana, moriré feliz. No me arrepiento de nada’. Curiosamente, tuvo 20 de sus, probablemente, mejores años de vida, tras aquel cumpleaños, siempre pienso en eso”.
“Siempre digo que prefiero celebrar su vida antes que llorar su muerte porque recibió 70 años de una vida fantástica, eso es lo que suelo tener presente. Otra cosa que pienso es que podría haber vivido 10 o 15 años más, pero, si no hubiera podido tocar, hubiera sido como cortarle las alas a un águila y meterla en una jaula, ¿es eso algo bueno?”.
“Lemmy hubiera explotado si no hubiera podido subirse al escenario, así que pienso en esos términos y me doy cuenta de que, quizás, ese era el momento en el que Lemmy tenía que morirse. Si no hubiera podido tocar más, no hubiera sido nada agradable, vivió 70 años de una vida fantástica en sus propios términos, sin que nadie decidiera sobre él”.
“Nadie le daba órdenes, eso te lo aseguro. Intenté decirle lo que tenía que hacer un par de veces, pero no funcionó, así que me rendí”.
Las dinámicas de grupo en Motörhead
“Todos decidíamos todo juntos”, dice Mikkey Dee sobre la dinámica del grupo. “Y Lemmy siempre intentaba que Phil Campbell y yo estuviéramos al frente de todo. No quería saber nada sobre ‘él’ y ‘nosotros’. Siempre dijo que éramos una banda, no solo él”.
“No quería dar entrevistas solo. Preguntaban por él en plan: ‘Sí, bueno, solo queremos a Lemmy para la televisión’. Él decía: ‘Pues no voy a ir. Somos los tres, no solo yo’”.
“Lo mismo pasaba con la toma de decisiones, cuando discutíamos o no estábamos de acuerdo, él siempre intentaba que tuviéramos el mismo peso, lo cual dice mucho de él. Nunca tuvo ego ni nada por el estilo, siempre fue un tío genial con el que trabajar”.
“Era un tío chapado a la antigua que lo hacía muy fácil para tratar con él, porque él ya sabía lo que te iba a responder. Nunca se vendió ni se puso en evidencia. Para que te hagas una idea, nos llegó una oferta desde Sudamérica para ir a tocar a Brasil. Era algo de una noche, porque estábamos en un tour por Estados Unidos, pero podíamos volar hasta allí para un show”.
“Nuestro mánager nos dio el presupuesto, era bueno, pero trasladar todo nuestro equipo desde São Paulo y traer a todo nuestro equipo nos hubiera costado cientos de miles de dólares”.
“Asi que Doug Smith, nuestro mánager, y yo repasamos los números e imagine que Sonor nos pondría un kit de batería, no era un problema. Phil podía llevar sus amplificadores hasta allí. Intentamos reducir gastos para ahorrar, y le dijimos a Lemmy que no trajera sus todos sus amplificadores, solo algunos, y algunos temas más”.
“Él contentó: ‘No’. Y podríamos haber discutido pero le dije: ‘Mira los números’. Y él me contestó: ‘¿Qué sentido tiene ir a tocar allí si no podemos sonar como Motörhead?’. Y yo le dije: ‘Sí, tienes toda la canción, vamos a cancelarlo’. Yo quería hacerlo porque era un show importante. No me acuerdo bien, pero era para la televisión. Presioné mucho e intenté buscar una forma de poder hacerlo”:
“Alguien tenía una opinión diferente, pero Lemmy nunca iba a comprometer a Motörhead ni asi mismo. Siempre he sido el tipo que media, no solo en Motörhead, sino en otras bandas en las que he estado”.